Análisis de Path of Fury: Episode I – Tetsuo’s Tower

Si creciste viendo películas de kung-fu en un televisor de tubo mientras rebobinabas el VHS con un bolígrafo (o si al menos sabes de qué hablo), Path of Fury: Episode I – Tetsuo’s Tower te hará sentir como en casa. Este beat ‘em up en realidad virtual no solo revive la esencia de los juegos de pelea clásicos, sino que también lo hace con un estilo visual y mecánicas que rinden homenaje a la cultura cinematográfica de los 80.

Pero este no es un simple título de repartir golpes sin sentido; detrás del proyecto está Leonard Menchiari, un desarrollador independiente con experiencia en ofrecer propuestas artísticas con personalidad, como lo demostró con Trek to Yomi o The Eternal Castle. En esta ocasión, nos pone en la piel de un luchador en busca de venganza, subiendo una torre llena de enemigos en un ascenso épico que nos hará sudar (literalmente, porque esto es VR y la cosa se pone intensa).

Calidad gráfica de Path of Fury: VHS, neón y golpes pixelados

Desde el primer momento, Path of Fury nos deja claro que no es un juego que busque realismo visual, sino evocar un estilo retro cinematográfico. Su estética pixelada con filtros granulados simula a la perfección el look de las películas de acción de los 80, esas que veías con interferencias en la tele porque el casete estaba más desgastado que el control del primer PlayStation.

Los escenarios, aunque simples en términos de detalles, están diseñados para sumergirte en la acción, con luces de neón que recuerdan a Blade Runner y una ambientación urbana oscura que encaja con la historia de venganza. Si bien este estilo visual puede no ser para todos, le da un encanto especial al juego, haciéndolo destacar entre otros títulos VR que buscan hiperrealismo.

Mecánicas de juego: Golpear nunca fue tan técnico

Aquí no estamos hablando de aporrear botones (o en este caso, agitar los brazos como loco). Cada golpe cuenta, y la forma en que los des y bloquees marcará la diferencia entre avanzar o terminar en el suelo.

Sistema de combate

El juego emplea un sistema de detección de impactos bastante preciso, donde los enemigos tienen puntos débiles que cambian constantemente. Para acertar un buen golpe, debes esperar a que la zona de impacto se reduzca, lo que añade un toque estratégico al combate en lugar de ser un simple “machaque de puños virtual”.

Además, los ataques están codificados por colores según su intensidad:

• Blanco: Golpes rápidos y débiles.
• Azul: Ataques de intensidad media.
• Rojo: Puñetazos devastadores, pero más difíciles de acertar.

Esto obliga al jugador a adaptarse a cada enemigo y no simplemente lanzar golpes al azar. Y sí, prepárate para sudar, porque estos combates son exigentes físicamente.

Bloqueo y defensa

No todo es atacar; también hay que saber defenderse. Si bloqueas correctamente, puedes interrumpir los ataques enemigos y contraatacar con más efectividad. Este sistema hace que el juego se sienta más realista y táctico, en lugar de ser un simple ejercicio de golpear hasta que caigan.

En resumen: si quieres avanzar, tendrás que ser preciso, medir tu resistencia y saber cuándo atacar y cuándo esperar.

Banda sonora: Golpes al ritmo de la acción

Aunque las fuentes no detallan demasiado sobre la música, está claro que Path of Fury no podría estar completo sin una banda sonora que encaje con su vibra ochentera. Es de esperar que incluya sintetizadores, ritmos electrónicos y toques de música inspirada en las películas de kung-fu de la época.

Los efectos de sonido también juegan un papel importante: cada golpe se siente contundente, cada impacto suena satisfactorio, y la ambientación sonora ayuda a sumergirte en la acción. No es solo repartir golpes; es hacerlo con estilo y en el ritmo adecuado.

Física y realismo: Un entrenamiento de artes marciales en VR

Si creías que podrías jugar Path of Fury desde el sofá, olvídalo. Aquí vas a moverte y bastante. El sistema de físicas hace que la fuerza, la velocidad y la dirección de tus golpes sean clave para que el daño sea efectivo.

A diferencia de otros juegos de peleas en VR donde solo hay que agitar los brazos y esperar que algo pase, en Path of Fury tus movimientos deben ser calculados. Es un poco como un simulador de boxeo, pero con más sabor a kung-fu clásico.

Este nivel de realismo en las físicas es lo que hace que el juego sea más que un simple “Beat Saber con puñetazos”. Aquí no hay cortes con sable de luz, sino puños certeros que dependen completamente de tu habilidad y resistencia.

Dificultad y duración: No es un paseo por el parque

Si buscas un juego relajado, Path of Fury no es para ti. Este título está diseñado para ser desafiante desde el principio. Aunque los primeros niveles pueden parecer accesibles, la curva de dificultad se vuelve pronunciada rápidamente.

Los enemigos se vuelven más agresivos, más resistentes y sus patrones de ataque requieren que afines tu precisión y reflejos. Aquí no hay “modo fácil”; o aprendes a pelear, o acabas en el suelo.

En cuanto a la duración, el primer episodio del juego (Tetsuo’s Tower) dura aproximadamente 30 minutos si eres eficiente, pero al tratarse de una serie por episodios, está claro que hay más contenido en camino.

Conclusión: ¿Vale la pena el viaje al infierno de los puñetazos?

Sí, pero con advertencias.

Path of Fury no es un juego para todo el mundo. Su estética pixelada y su dificultad elevada pueden hacer que algunos jugadores lo descarten rápidamente. Sin embargo, si te gustan los desafíos, las películas de kung-fu y los juegos de pelea exigentes, aquí tienes una joya única en VR.

Por solo 8,99 € en Meta Quest 3, es un título que ofrece una experiencia intensa y única a un precio muy accesible. Si tienes ganas de ponerte en la piel de un héroe de acción ochentero y hacer ejercicio mientras repartes golpes virtuales, Path of Fury es un golpe acertado.

En definitiva, Path of Fury: Episode I – Tetsuo’s Tower es un homenaje brutal al cine de acción ochentero, con una jugabilidad desafiante que pondrá a prueba tu paciencia y tus músculos. Si aceptas el reto, ponte la cinta en la cabeza y prepárate para pelear.