Drakheir: Un mundo de magia en VR
El universo de los videojuegos de realidad virtual está en constante evolución, y cada vez más estudios intentan llevar la inmersión a otro nivel. Drakheir, desarrollado por YongHo Studio, es un claro ejemplo de esta ambición, apostando por un sistema de juego basado exclusivamente en el seguimiento de manos. Este título nos sumerge en un mundo de fantasía donde encarnamos a un hechicero con el poder de lanzar conjuros mediante gestos, sin necesidad de mandos tradicionales.
A simple vista, la propuesta es llamativa: combates mágicos, un lore interesante y un control innovador. Pero la gran pregunta es: ¿consigue Drakheir convertirse en una experiencia realmente inmersiva y divertida, o se queda en una idea con más potencial que ejecución? Vamos a analizarlo en profundidad.
Historia: Un huevo de dragón y una profecía
La narrativa de Drakheir nos lleva a un mundo donde los dragones han desaparecido debido a la codicia humana. Estas criaturas eran guardianas de minas repletas de cristales mágicos, y su exterminio dejó una cicatriz en la historia del mundo. Sin embargo, la aparición de un huevo de dragón trae consigo el peligro de su regreso, algo que divide a la humanidad entre quienes desean aprovechar su poder y quienes temen una nueva era de caos.
Nuestro protagonista es un joven que, desde pequeño, ha sido considerado un marginado por una extraña afección en sus manos. Lo que parece una maldición termina siendo una bendición, ya que lo convierte en el elegido para convertirse en el Drakheir, el único capaz de enfrentar a las fuerzas oscuras que amenazan con consumir el mundo.
A lo largo de la aventura, nos encontramos con diversos personajes que enriquecen la historia: sacerdotes orcos, pequeños elfos sabios y otros seres mágicos que añaden profundidad al relato. Si bien la trama no es la más innovadora del género, logra mantener el interés gracias a un mundo bien construido y con suficiente misterio como para motivarnos a seguir adelante.

Apartado gráfico y banda sonora: Entre lo encantador y lo básico
Visualmente, Drakheir ofrece un diseño artístico atractivo con escenarios variados. Pasaremos de bosques encantados a oscuras mazmorras y templos antiguos, lo que ayuda a mantener cierta frescura a nivel visual. Sin embargo, si nos detenemos en los detalles, nos encontramos con que algunos modelos de personajes y texturas resultan demasiado simples o genéricos.
Las animaciones también presentan altibajos. Algunos efectos, como los hechizos, son vistosos y aportan espectacularidad a los combates, pero la fluidez de los movimientos en ciertos personajes y enemigos puede ser mejorable. Las escenas cinemáticas están bien planteadas, pero carecen de la expresividad que podría elevar la narrativa a otro nivel.
En cuanto a la banda sonora, cumple su función sin destacar demasiado. La música acompaña bien la exploración y los combates, pero no encontraremos melodías que nos queden grabadas en la memoria. Los efectos de sonido están bien implementados, aunque algunos, como los impactos de hechizos, podrían tener más contundencia para aumentar la sensación de poder.

Mecánicas y físicas: Magia con las manos… cuando funciona
El gran atractivo de Drakheir es su sistema de control basado en el seguimiento de manos, prescindiendo por completo de mandos físicos. Para desplazarnos, extendemos una mano frente a nosotros, cerramos la otra y la arrastramos hacia el cuerpo. Para girar, basta con hacer un gesto específico o rotar el cuerpo de forma natural. Este método de movimiento es intuitivo, pero también puede resultar impreciso en algunos momentos.
Los hechizos se lanzan mediante gestos específicos:
- Forma de pistola con los dedos: lanza fuego.
- Extender el índice y el corazón: controla el viento.
- Cerrar el puño: genera un escudo de energía.
Cuando el sistema de seguimiento funciona correctamente, la sensación de lanzar hechizos es increíblemente satisfactoria. Sin embargo, hay momentos en los que los gestos no se reconocen bien, especialmente si nuestras manos salen del campo de visión del dispositivo. Esto puede derivar en momentos de frustración, especialmente en situaciones de combate intenso.

Jugabilidad, dificultad y duración: Entre lo desafiante y lo repetitivo
Drakheir es un juego lineal en su estructura, con una progresión basada en superar oleadas de enemigos hasta alcanzar el siguiente portal. Aunque la variedad de hechizos y enemigos intenta mantener el interés, la repetitividad se hace notar después de unas horas de juego.
La dificultad está principalmente en la precisión de los gestos y en la necesidad de esquivar ataques enemigos. Al no contar con un sistema de movimiento tradicional, evadir ataques puede ser más difícil de lo que debería, lo que a veces genera momentos de frustración injusta.
En cuanto a duración, Drakheir ofrece una campaña de unas seis horas, una cifra aceptable para un juego de realidad virtual. Sin embargo, debido a su repetitividad, algunos jugadores podrían sentir que la experiencia se alarga más de lo necesario.

Conclusión: ¿Mágica revolución o hechizo fallido?
Drakheir es una propuesta valiente que busca ofrecer una experiencia inmersiva mediante el seguimiento de manos. La sensación de lanzar hechizos sin mandos es, cuando funciona bien, una de las experiencias más satisfactorias en VR. Sin embargo, las limitaciones técnicas y la repetitividad de su jugabilidad impiden que brille tanto como podría haberlo hecho.
Drakheir tiene un gran potencial y, con mejoras en la detección de gestos y un diseño de niveles más variado, podría convertirse en un referente del género. Pero por ahora, es un hechizo que necesita algo más de magia.
Drakheir
PROS
- Sistema de control innovador y original.
- Variedad de hechizos y mecánicas interesantes.
- Entornos visualmente atractivos en algunos momentos.
CONS
- Problemas con el seguimiento de manos que afectan la jugabilidad.
- Repetitividad en mecánicas y combates.
- Gráficos y animaciones que podrían estar mejor trabajados.
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