Con esta frase Meta descontinua el que fuera su primer visor de realidad mixta en lanzarse al mercado. En una estrategia que aún no hemos acabado de entender, Meta lanzó el primer visor “Pro” con precio “Pro” dandi un giro radical al movimiento que había mantenido siempre, el de llegar a los más hogares posibles ajustando sus precios.
Quest Pro bajo radicalmente su precio
1.800€ del ala fue el precio de inicio de un visor que no presentaba grandes mejoras que justificaran tal desembolso. Si bien es cierto que no era un mal visor, el seguimiento ocular de poco sirve si no hay aplicaciones que lo usen, por poner un ejemplo.
Nosotros siempre desaconsejamos esta compra, mientras que otros muchos medios y creadores de contenido se deshojaban en elogios llevados más por la emoción del momento que por la opinión objetiva. Incluso muchos fueron los que optaron por hacer tan alocada inversión. Aún esperamos que alguno de ellos asuman que se equivocaron de lleno en sus consejos.
Ni el movimiento desesperado por parte de la compañía rebajando el precio a 1.100€ pudieron hacer que su caída fuera inminente y más cuando la propia empresa lanza un visor a un precio mucho menor y con unas prestaciones mejores, al menos en las que sí que íbamos a aprovechar, como un procesador mucho más potente.
Quest 3 llegaba como un visor de categoría inferior, pero qué tumbó a su hermano mayor a la primera oportunidad que tuvo. Ahora el lanzamiento de Quest 3s, un visor de prestaciones inferiores, pero accesible para todos, ha firmado el adiós irremediable de un visor que pensamos que nunca tuvo que haber sido lanzado al mercado, al menos al nuestro, el de los jugadores puros y duros.
Meta ahora tendrá que reflexionar seriamente si vale la pena seguir con una estrategia de dispositivos Pro a precios desorbitados, imitando a Apple cuando ellos mismos tienen gadgets muy competitivos a precios realmente asequibles.
