Barbaria, análisis de un juego brutal, violento y con toques de estrategia

Barbaria, análisis de un juego brutal, violento y con toques de estrategia.

Y cuando decimos brutal no lo decimos por bueno, que también, sino por lo bruto de sus combates donde despedazar goblins se transforma en deporte nacional. En esta ocasión, hemos probado la versión recién salida del horno para PSVR 2, la cual hace lucir más las virtudes de un buen juego, divertido y que ha querido traernos algo nuevo al género de “rompe todo lo que tienes por delante”

Historia del Barbaria o, mejor dicho, qué hacer en el juego

Y es que al no tener una historia como tal, lo que explicaremos es la finalidad del juego, que no es otra que conquistar todo el terreno que podamos. Es por eso que el juego tiene un toque muy original, ya que si se hubiera limitado a crear un mapa lineal donde destrozar enemigos a base de puro mamporros, hubiera estado bien pero no genial.

Este toque de estrategia hará que antes de comenzar cada combate tengamos una vista en tercera persona, donde veremos nuestro mapa dividido en partes, al estilo de juego de rol, y colocaremos a nuestro héroe y ayudantes en lugares estratégicos. Una vez hecho esto, tomaremos el control de nuestro bárbaro en primera persona y, ale! A repartir bocadillos de tortas.

Los enemigos salen de unos portales a los cuales tenemos que quitar la energía para dejarlos inhabilitados, esa será nuestra finalidad. Si lo conseguimos, conseguiremos nuestro preciado oro con el que comprar mejoras, ayudantes y diferentes skins para nuestro equipo.

Hasta aquí todo bien, pero estamos seguros de que nos dejamos cosas por descubrir y objetivos que cumplir porque todo es muy confuso y no hemos acabado de entenderlo. Lo que nos ha quedado claro es que la finalidad del juego es conseguir la mayor cantidad de orto posible para comprar cosas.

Mecánicas y dificultad

Aquí tenemos dos vistas muy diferentes entre ellas. Por un lado, las mecánicas del juego en sí, las cuales son muy confusas, con interminables tutoriales y en las que tan solo nos ha quedado claro que hay que avanzar por los diferentes niveles y conseguir oro. Más tarde, en las vistas en tercera persona podremos ver como vamos ganando territorios que son atacados mientras no jugamos por otros jugadores, es por eso que es vital mejorar a nuestros ayudantes, ya que son ellos los que luchan por nosotros cuando no estamos en línea.

Mejorar las armas también será de vital importancia para evitar que estos ataques que recibimos acaben en derrota y perdamos partes de nuestro terreno. La idea es buena, y se nota que han querido ponerle toda la astucia para darle un aire fresco al juego, pero, quizás por percepción nuestra, nos ha parecido demasiado complicada.

¿Qué ocurre? Que las primeras partidas se disfrutan mucho por la novedad, batallas por recuperar tierra, mejoras incontables para armas y ayudantes y las muchas opciones para acabar con los enemigos. Pero la base, o sea, el juego se vuelve muy repetitivo, ya que siempre tenemos que hacer lo mismo. Quizás se echa de menos una buena historia detrás de tanta destrucción.

Las batallas sí que son épicas

Y, por otro lado, tenemos las mecánicas en las luchas contra los enemigos, las cuales salvan al juego por lo divertidas y lo mimado de las físicas. Destrozar goblins y todo lo que se nos ponga por delante es muy satisfactorio y es la parte más fuerte del juego. Lástima que siempre es lo mismo y aunque podamos usar cualquier objeto que tengamos a mono como arma, los enemigos se vuelven aburridamente iguales.

Muchas armas, todas ellas mejorables, hacen que el juego sea muy divertido y para los amantes del género, un disfrute y un desgaste de energía, ya que acabas molido de tanto golpe y movimiento, puro fitness VR. Pero si buscamos algo más profundo, más serio, el juego se nos quedará corto.

La dificultad irá en aumento a medida que vayamos avanzando, pero no nos supondrá un gran reto acabar con los enemigos, menos cuando salen por doquier.

Gráficos y sonido en Barbaria

Aunque sí que es cierto que el estilo cartoon que nos recuerda a GORN es funcional en realidad virtual, lo vemos demasiado simplón para este juego. El toque de humor se lo da, eso está claro, pero evidencia la falta de texturas y sobre todo más variedad.

Los escenarios son curiosos, pero no espectaculares y tienen el mismo estilo a lo largo de todo el juego, lo que se convierte en algo cansino y repetitivo hasta la saciedad. No vamos a dar lecciones a nadie en Generación, pero fases con nieve, lava, con castillos de fondo, no sé, variar el camino de piedra con fondo casi vacío.

La falta de variedad de enemigos también se es algo que a medida que vamos avanzando en el juego se echa mucho en falta. Aunque hecho con gracia, no nos vale que para que se vean variados los pintemos con colores distintos.

Y todo esto mientras hemos jugado a la versión de PSVR 2, que confirmamos que es la que mejor se ve, pero tampoco lo ha sabido aprovechar, ni las respuestas hápticas y la respuesta de los gatillos.

El sonido no va más allá de un juego arcade de lucha con la misma música que se repite en cada fase. No llega a molestar, pero tampoco se convertirá en algo épico.

Conclusión

Barbaria es un juego divertido, sobre todo en las primeras partidas, pero que está destinado a convertirse en una experiencia repetitiva. La falta de escenarios diferentes y mayor número de enemigos hace que visualmente aburra.

Por otro lado, han querido innovar el apartado de la jugabilidad añadiendo al típico juego de lucha un toque de estrategia, rol, RPG y aunque la idea es buena, todo queda muy diluido en ideas vagas. Y no será por tutoriales que los hay hasta aburrirte, pero no acaban de aclarar bien las mecánicas del farmeo, de las mejoras y demás, o al menos nosotros no lo hemos sabido entender del todo bien.

El punto que le da el juego online, donde competiremos con la comunidad para ganar o perder territorios, lo hace muy divertido y seguro que a más de uno lo mantiene enganchado para no dejarse perder tierras. O también para conseguir más oro y quedar por encima de los demás en las tablas clasificatorias. Sin duda, esto le añade jugabilidad a un juego en el que las mecánicas fallan.

Aunque así, al juego le vemos mucho potencial, en cuanto solucionen un par de ideas mal llevadas, es por eso que es un juego que recomendamos en Generación XR, aunque solo sea por la satisfacción de golpear a todo goblin viviente.