Análisis Organ Quarter, terror psicológico al que las PSVR 2 le quedan grandes

Análisis Organ Quarter, terror psicológico al que las PSVR 2 le quedan grandes.

Hoy nos toca hablar de Organ Quarter, un juego de terror que vino de la mano de Outer Brian Studios, el juego que usaron como tarjeta de presentación en realidad virtual. Un juego que disfrutamos en 2017, cuando todo comenzaba en realidad virtual y todo nos parecía increíble. Pero los tiempos han cambiado y nos hemos vuelto mucho más exigentes, acordes con los tiempos en los que estamos y lo mínimo que exigimos al traer un clásico a los visores de hoy en día es un buen lavado de cara, algo que no ha sucedido en este caso. Pero no nos adelantemos y pasemos a desglosar esta “nueva” versión de Organ Quarter para PSVR 2.

Historia en Organ Quater

Nos encontramos en la ciudad de Organ Quarter, la cual se encuentra en su peor momento. Nosotros tomaremos el control de un ciudadano el cual despierta en este entorno con muchas preguntas y pocas respuestas. Ahora nos tocará deambular por Organ Quarter intentando averiguar que demonios nos ha pasado a base de desentrañar los misterios de la ciudad. Para ello será esencial que vayamos recuperando la memoria y poder salir de esta pesadilla. Y hasta aquí la narrativa de una historia que se supone que su base principal es, eso, precisamente, la historia. Una historia que en ningún momento nos atrapará ni nos despertará el más mínimo interés, una lástima.

El juego falla en su intento de proponer algo original y, como iremos viendo a lo largo del análisis, será la tónica en todos sus intentos. Si algo tenían los clásicos survival horror del pasado era tener una buena historia que los hacía tener un carisma especial, Esto no ocurre en este caso al tener poca información y dejarlo en su segundo plano a medida que avanzamos en el juego.

Mecánicas y dificultad

Una vez comenzamos el juego tendremos unos pasillos a modo de pequeño tutorial para aprender las mecánicas básicas del juego. Nada resaltable en este sentido, los movimientos básicos de cualquier juego VR y poco entorno interactuable, así que poco más hay que comentar en este sentido.

El juego hace un uso constante de intentar crear una atmosfera de tensión, con pasillos oscuros, silencios incómodos y escenarios sucios y macabros, pero en ningún momento cumple su misión, ya que la falta de calidad gráfica, tema que tocaremos a continuación, nos hace olvidar el poco miedo que hemos podido tener.

Y eso que la oscuridad gana en PSVR 2, pero ni con esas consigue generar un mal rollo en los pasillos, es más, tanto los enemigos como los detalles que intentan forzar, rozan lo ridículo y genera más gracia que miedo.

No existen las colisiones en las mecánicas en general, todo lo atravesamos con las manos, lo que aporta más decepción, no existen las físicas y no se han aprovechado en ningún momento las capacidades hápticas de los mandos.

Los enemigos no nos aportarán dificultad alguna y el diseño, bueno, el diseño es para echarse a reír. Entre los palos que tienen por manos y pies y el tembleque que han querido ponerles para dar mal rollo, nos ha provocado unas risas que aun recordándolo no podemos reprimir. Además, tampoco es que nos encontremos muchos de ellos, y esto en el mejor de los casos, ya que las arañas son ridículas y lo demás, pues eso, en la línea.

Gráficos y sonido

Entramos en el peor apartado del juego y es que todo en general se ha quedado en el 2017, cuando se lanzó su primera versión.

Quizás, con los visores de aquellos entonces, las malas texturas se ocultaban un poco, pero con la resolución que tiene las PSVR 2, lo vemos todo muy claramente, tanto para bien como para mal. En este caso es para mal, por supuesto, ya que vemos un juego que parece un port de PS2. Polígonos, texturas pobres, escenarios repetitivos y con poco cariño en su ejecución.

Claro que si lo miramos positivamente podemos pensar que es un clásico de los survival, pero por la baja calidad que tiene gráficamente.

No se ha tomado en serio la versión para PSVR 2, han traído lo que tenían para pasar y listo, una lástima. Una vez más vemos que los detalles que usan dan el efecto contrario a darnos terror.

En el apartado sonoro nos llevamos una grata sorpresa, al principio, ya que las primeras canciones ambientales se adaptan bien, pero chocan con algunos sonidos fuera de lugar que nos vuelve a quitar la poca inmersión que habíamos logrado. Muy mala calidad, en general.

Conclusión

No queremos ser demasiado duros con el título, pero Organ Quarter se queda fuera de todo rango. No llega en mecánicas, ni mucho menos en el apartado gráfico, el peor que hemos visto en PSVR 2. Es un juego de terror que no nos ha provocado ni el más mínimo sobresalto.

Hablaríamos de la duración del juego, pero tenemos que ser sinceros con vosotros y deciros que no hemos podido acabarlo, no por difícil, sino por aburrimiento.

Quizás haya seguidores fieles del género que lo apreciarán, no lo dudamos, incluso seguro que hay usuarios que le gustará si propuesta, pero a día de hoy se nos queda muy corto. Una sensación extraña, ya que cuando lo jugamos en su primer lanzamiento, nos gustó bastante, lo que demuestra que la comunidad ha cambiado y las exigencias son otras.

También hay que decir que tiene un precio razonable, ahora mismo se puede conseguir en oferta por 15.74€, algo que no nos dolerá mucho.